La discapacidad es una condición que puede afectar a cualquier persona. Lo que está claro es que las personas con discapacidad se enfrentan a desafíos únicos en la vida, entre los cuales destaca el acceso al mercado laboral y la posibilidad de conseguir un trabajo.

Según el tipo de discapacidad así como su gravedad, influyen en la capacidad de desempeñar ciertos trabajos, desde discapacidades físicas y sensoriales hasta discapacidades mentales y psicológicas. Existen diferentes tipos, grados y porcentajes de discapacidad y tienen sus propios desafíos y barreras para acceder al empleo. Por tanto, es importante tenerlos en cuenta y comprenderlos para poder abordarlos de manera efectiva.

persona ciega paseando

Valoración de una discapacidad

Para valorar el tipo de discapacidad así como su gravedad, se utilizan grados y porcentajes para clasificarlos. Según el grado y porcentaje que determina la discapacidad de una persona, da lugar al acceso de diferentes prestaciones o ayudas.

El grado de discapacidad se calcula en función de diferentes aspectos, aunque para que dé derecho al cobro de una pensión o ayuda económica, tiene que ser certificado por un organismo oficial de la Administración Pública. Estos grados y porcentajes de discapacidad se establecen en el Real Decreto 1971/1999.

De esta manera, la declaración de los grados de discapacidad es una definición técnica utilizada por la Administración para valorar la posibilidad de la persona de desempeñar las Actividades de la Vida Diaria (AVD) y poder determinar la necesidad de cada persona discapacitada de tener acceso a subvenciones, ayudas, pensiones o asistencia personal.

personas sordas tomando cafe

Grados de discapacidad

Grado 1: discapacidad nula

En este grado la persona tiene síntomas, signos o secuelas mínimas de un accidente o enfermedad, pero no suponen una disminución en la capacidad de la persona para poder realizar las actividades cotidianas de la vida diaria.

Grado 2: discapacidad leve

En este grado ya aparecen algunas dificultades para las actividades de la vida cotidiana, aunque todas se pueden llevar a cabo.

Grado 3: discapacidad moderada

En este grado, la discapacidad ya supone un obstáculo importante a la hora de realizar las actividades cotidianas, aunque la persona sigue pudiendo realizar las tareas de autocuidado.

Grado 4: discapacidad grave

En este grado de discapacidad los síntomas, signos o secuelas ya suponen una disminución importante en la capacidad de la personas para realizar las actividades cotidianas e incluso llegar a imposibilitarlas. Puede llegar a afectar a la capacidad de llevar a cabo de autocuidado.

Grado 5: discapacidad muy grave

Este es el grado más elevado de discapacidad, el cual ya implica que los síntomas, signos o secuelas llegan a imposibilitar llevar a cabo las actividades de la vida diaria.

persona ciega con perro guia

Porcentajes de discapacidad

Además de los grados, también existen porcentajes para determinar los diferentes niveles de discapacidad y que clasifican la diversidad funcional en 5 tipos:

  • Clase I (0%): Se incluyen las deficiencias permanentes que han sido diagnosticadas pero que no producen discapacidad.
  • Clase II (entre 1% y 24%): Incluye las deficiencias permanentes que originan una discapacidad leve.
  • Clase III (entre 25% y 49%)
  • Clase IV (entre 50% y 70%): Incluye las deficiencias permanentes que producen una discapacidad grave. A partir del 65% se puede tener acceso a una prestación o pensión no contributiva.
  • Clase V (mayor o igual al 75%): Incluye las deficiencias permanentes severas que originan una discapacidad muy grave.

personas discapacitadas hablando

Tipo de discapacidad

Hay 5 grupos de discapacidades (en base a la clasificación de la CIF)

  • Discapacidad física: engloba alteraciones corporales que dificultan o impiden el movimiento y/o motricidad, restringiendo la actividad y participación en las actividades cotidianas. Hay dos tipos: la funcional y la orgánica.
  • Discapacidad mental. Se determina en personas que presentan alteraciones en la conducta adaptativa, viéndose afectadas sus facultades mentales y presentando alteraciones conductuales.
  • Discapacidad intelectual. Hace referencia a las alteraciones en las funciones intelectuales, que dificultan mucho la comprensión y/o respuesta ante distintas situaciones de la vida diaria. Se determina que una persona tiene este tipo de discapacidad cuando su coeficiente intelectual está por debajo de 70.
  • Discapacidad sensorial. Hace referencia a la discapacidad producida por las estructuras sensoriales, es decir, puede ser auditiva, visual o afectar a otros sentidos.
  • Discapacidad múltiple. Se determina en personas que cuentan con dos o más tipos de discapacidad al mismo tiempo.

persona discapacitada trabajando

El impacto del acceso laboral en la vida de las personas discapacitadas

La posibilidad de acceder a un trabajo de las personas con discapacidad es clave para conseguir su inclusión en la sociedad e independencia. Según la Fundación ONCE el acceso a un puesto de trabajo también aporta conocimientos, motivación, experiencias y el desarrollo de habilidades para la mejora de la empleabilidad y del desempeño de su puesto de trabajo. No solo se mejoran sus oportunidades de futuro a nivel laboral, así como la igualdad de oportunidades, sino que visibiliza este colectivo y se consigue que sean vistos de una manera diferente, dejando de lado los prejuicios y estigmas.

En resumen, el acceso al mercado laboral de las personas con discapacidad es algo imprescindible para lograr su inclusión y además el hecho de tener un trabajo tiene un impacto directo en la calidad de vida, bienestar emocional y desarrollo personal del colectivo. 

Aquí puedes encontrar más información sobre la Integración Laboral de las Personas con Discapacidad.

mujer discapacitada integrada